LIÉRGANES APETECE…

SABORES DE LA TIERRA

La gastronomía de Liérganes nos conquista a través de sus exquisitas carnes, procedentes de los pastos pasiegos; las sabrosas truchas del río Miera; así como por sus reconocidos quesos frescos y de nata.

Pero es su famosa repostería lo que le ha dado fama a nuestro municipio. En efecto: en Liérganes existe una tradición pastelera fuertemente arraigada con dos especialidades muy reconocidas: los “Sacristanes”, un rico hojaldre elaborado con harina, mantequilla, sal y azúcar; y los “Corazones”, una pasta con un agradable sabor a canela.

Además, en Liérganes tienen merecida fama los churros con chocolate, elaborados de manera artesanal con productos de primera calidad y aceite de oliva, y que se sirven al atardecer en casi todas las cafeterías.

Para elegir un variado menú del día; para disfrutar de los productos de temporada o, simplemente para merendar en un tranquilo rincón, o disfrutar de una agradable noche, Liérganes dispone de un buen número de restaurantes, terrazas y pubs.

LIÉRGANES CUNA DEL QUESO EN CANTABRIA

La zona pasiega fue pionera en la elaboración de quesos y mantequillas y en el barri de Rubalcaba de Liérganes, se instala,  a principios del siglo XX, la primera quesería artesanal que dará lugar a dos de las principales sagas de queseros que actualmente continúan fabricando el delicioso queso de nata: Son los Ruiz y lo Cobo.

El queso de Nata de Cantabria es un queso de pasta prensada, elaborado con leche de vaca de la raza frisona. Contienen un 45% o más de materia grasa. Se trata de un queso de corteza blanda, cerosa y fina de color hueso y pasta compacta y cremosa, Su olor es láctico, de intensidad baja y sabor suave, poco salado y con recuerdo a mantequilla.

Actualmente existe en Liérganes un pujante y artesanal sector agroalimentario, formado por  pequeñas fábricas dedicadas a la elaboración de quesos de nata y de oveja, así como de otros productos lácteos.

El auge de este tipo de productos lácteos, ha llevado ala Oficina de calidad alimentaría de Cantabria (ODECA), a la incorporación y  reconocimiento de este producto, el queso de nata de Cantabria, con el sello “CC. Calidad Controlada”.

DULCES PASIEGOS POR NATURALEZA LOS SOBAOS Y LAS QUESADAS

EL SOBAO

El sobao  es un producto típico de los Valles Pasiegos (especialmente, de Selaya y Vega de Pas, pero también de Liérganes) y uno de los dulces más representativos de Cantabria. En la receta primitiva los ingredientes eran la masa de pan, el azúcar blanco y la mantequilla. En el sobao pasiego antiguo se añadían dos huevos, una cáscara de limón rallada y el licor de anís o ron. El sobao moderno surgiría en el año 1896, cuando una cocinera del hospital pasiego del doctor Madrazo, sustituyó la masa de pan por harina.

La receta del sobao pasiego consta de un kilo de azúcar, otro de mantequilla, 900 gramos de harina, 12 huevos, una pizca de sal, limón rallado, una cucharada de ron o anís y un poco de levadura en polvo. En primer lugar se mezclan el azúcar y la mantequilla; tras ello se añade la sal y el limón y se continúa amasando. Seguidamente se incorporan los huevos poco a poco, junto con una cucharada de licor. A continuación se añaden la harina y la levadura.

Una vez esté lista la masa, se deposita en moldes rectangulares de papel y se introduce en el horno, procurando una cocción equilibrada en toda la superficie. Desde el año 2004, el sobao pasiego posee un sello de calidad europeo:la Indicación Geográfica Protegida.

LA QUESADA

La quesada es otro postre típico pasiego. Se compone de leche de vaca cuajada que se acompaña de mantequilla y harina de trigo, huevos y azúcar. La masa se suele aromatizar la mezcla con limón rallado y canela en polvo.

En la preparación de la quesada se mezclan el azúcar y la mantequilla y se añade la leche cuajada (o la leche con un yogur), el limón y la canela. Seguidamente se incorporan los huevos, batidos y a continuación se añaden la harina y la levadura.

Una vez amasado se deposita en moldes de tarta, que se introducen en el horno durante una hora a 180 °C, hasta que se dore su superficie. Se puede servir caliente o frío. La quesada tiene la apariencia de flan, pero la consistencia del pudín, y tiene un exquisito sabor, no muy dulce pero tampoco salado como el queso curado.